El Congreso Mundial de la CSI dice Bienvenidos Refugiados

El movimiento sindical internacional está con los 68 millones de refugiados que hay en el mundo. Durante una visita a Malmö, Suecia, delegados y delegadas sindicales del mundo entero demostraron su apoyo a la igualdad de trato para los refugiados y migrantes, para evitar que sean explotados.

“Los sindicatos rechazan el racismo y la xenofobia, y apoyan a los migrantes y refugiados. Estamos a favor de una protección social universal, de salarios mínimos vitales y negociación colectiva, como herramientas para una prosperidad compartida y para la inclusión. La solidaridad es un elemento esencial para el movimiento sindical. Estamos unidos contra las fuerzas que empujan a las personas a abandonar sus hogares. Marginar aún más a los más vulnerables del mundo no puede ser la solución. Damos la bienvenida a los refugiados a nuestros lugares de trabajo y nuestras comunidades, y reclamamos la garantía de igualdad de trato, incluyendo protección y plenos derechos en base a la legislación laboral”, indicó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

Los delegados y delegadas asistentes al 4º Congreso Mundial de la CSI fueron invitados por los sindicatos suecos a cruzar el puente Øresund que enlaza Copenhagen, la capital danesa, con la localidad costera sueca. “Malmö es nuestra pasarela al resto del mundo. Una ciudad multicultural, como nuestro movimiento multinacional”, declaró Eva Nordmark, de TCO.

Conviven en la ciudad 182 nacionalidades entre sus 330.000 habitantes. “Todo lo que ocurre en el mundo, nos afecta. Estamos trabajando duro para que todos tomen conciencia de lo contrario: todo lo que hacemos a nivel local afecta al resto del mundo”, explicó la alcaldesa Katrin Stjenrfeldt.

La ciudad desempeñó un papel crucial en los esfuerzos de Suecia para brindar refugio a quienes más lo necesitan durante la crisis de refugiados. “Esta ciudad es un símbolo de unidad y diversidad. El 40 por ciento de sus habitantes, o sus padres, no nacieron en Suecia”, dijo Sharan Burrow.

“En las décadas de 1980 y 1990, gran parte de la industria local se trasladó a otros países. Los astilleros, entre los mayores del mundo, cerraron y el desempleo se disparó. Tras una serie de políticas de transición justa, en las que los sindicatos trabajaron en estrecha colaboración con el gobierno local, el empleo empezó a crecer nuevamente. Hoy en día es una ciudad viva que ha ofrecido un nuevo hogar a personas provenientes de todo el mundo”, comentó Karl-Petter Thorwaldsson, Presidente de LO Suecia.

“Suecia llegó a tener unos altísimos niveles de pobreza y desigualdad. Con una cobertura nacional de más del 70 por ciento, los sindicatos han sido un elemento clave para construir un sistema del bienestar sólido, que ha llegado a convertirnos en una de las sociedades más igualitarias y prósperas del mundo”, indicó Göran Arrius, Presidente de SACO.

“Cuando miro alrededor de esta sala y alrededor del mundo, soy optimista. Veo tanta energía para cambiar las cosas a mejor. Juntos somos mucho más fuertes”, afirmó Stjenrfeldt, justo antes de que los presentes en la sala se pusiesen en pie al desplegarse un cartel que rezaba “Bienvenidos Refugiados”.

La visita se organizó en el marco del 4º Congreso Mundial de la CSI, celebrado entre el 2 y el 7 de diciembre en Copenhague. Seguir en directo en vídeo streaming https://congress2018.ituc-csi.org/ y por Twitter #ITUC18.